Este año, en nuestro Sistema de Bibliotecas, a través del equipo de la Biblioteca Pública, llevamos a cabo una experiencia única que combinó literatura, ciencia y arte en el marco de la exposición Venenosos y ponzoñosos. Bajo el título provocador de “Naturaleza letal: picnic literario para leer con cuidado”, en donde más de 639 participantes se sumergieron en un viaje de lectura y descubrimiento que desafió prejuicios y despertó la curiosidad.
La exposición, protagonizada por criaturas tan fascinantes como temidas —desde el escorpión Tityus aquiles, capaz de rociar veneno a 30 centímetros, hasta la diminuta rana amarilla, considerada el vertebrado más tóxico del planeta— sirvió como escenario para este picnic literario. Las figuras de gran formato del artista Alejandro Ospina, junto con las impactantes fotografías de insectos en peligro del Museo de Historia Natural de Nueva York, ofrecieron un telón de fondo envolvente que convirtió cada lectura en una experiencia única.
Durante los encuentros, leímos obras para todas las edades: los más pequeños disfrutaron de clásicos como La araña hacendosa y La pequeña oruga glotona de Eric Carle, mientras que los lectores mayores exploraron títulos como Los tres deseos de Jordi Sierra i Fabra y El coleccionista de insectos de Alex G. Griffiths. También nos adentramos en libros informativos de editoriales como Juventud, Travesía y Sin Fronteras, con títulos como Mi gran libro de bichos y arañas, En busca de los pequeños seres más pequeños de nuestro planeta e Insectarium.
Además, diseñamos un juego para identificar datos curiosos sobre hongos e insectos, y desarrollamos actividades creativas que involucraron la escritura y el dibujo, permitiendo que cada participante se expresara y conectara con el mundo natural desde su propia mirada.
Estas jornadas no solo fueron una celebración de la lectura, sino una apuesta decidida por la alfabetización cultural, la integración comunitaria y el desarrollo desde múltiples dimensiones. Gracias al acompañamiento del equipo de Biblioteca Pública, el miedo se transformó en conocimiento, la curiosidad en respeto, y la lectura en una herramienta poderosa para construir comunidad.