Analogía y razonamiento jurídico
La principal virtud de los argumentos analógicos es que son al mismo tiempo una forma de descubrimiento y de justificación o, en otros términos, de invención y de prueba. Razonando a través de la analogía se genera una conclusión que pretende ser nueva, informativa respecto al contenido de las premisas; al mismo tiempo, se procura que las premisas justifiquen la conclusión. En el razonamiento jurídico la analogía, en sentido propio, sirve a colmar lagunas. Argumentando analógicamente se ofrecen razones para tratar en determinada forma supuestos de hecho no regulados por el derecho.