Punto de no retorno

Año 1963, Santiago de Chile. Una madre le explica a su hijo de seis años que su padre acaba de morir en un accidente de tránsito. El niño la escucha con atención porque ella habla entre sollozos, pero en la vereda de enfrente lo están esperando sus amigos para dar inicio a la pichanga. Entiende que el problema es grave porque su madre nunca llora, pero también es grave que no pueda empezar el partido por su culpa.

Otra vez amor

Estas letras nos invitan a atestiguar lo que en su momento pudieron haber sido eventos dolorosos o felices en la vida de alguien, del conjunto de lo sentido. Es así que al avanzar las páginas transitamos por esta memoria buscando nuestro reflejo y está en cada uno de los lectores encontrar o no la calma. Sin saberlo, Sandra Leguel ha escogido el camino difícil. El camino cuya meta ha de ser descubierta en cada carta, en cada una de sus líneas, en cada párrafo... he aquí a la escritora.

Hombres de papel

Tres periodistas de la vieja escuela se citan ya retirados para pasar lo que deberían ser unos días de vacaciones tranquilos en Benidorm, una localidad tan pasada de moda como ellos mismos. Lo que deberían ser unas jornadas de comilonas y excesos varios se convierte de repente en la oportunidad de demostrar al mundo que no están tan acabados como el oficio que han ejercido.

Senecabot