El trabajo de campo presenta una etnografía-pragmática para comparar los efectos de amor en el presente con su vitalidad en el pasado. La memoria, la realidad y evolución retórica del amorfino se explican por personas que vivieron el ritual. En un inicio, la copla arraiga por la realización erótico-amorosa. A mediados del siglo XX, la efectividad de las canciones sencillas habría ido en declive. A medida que los versos de amor pierden funcionalidad su impulso se teatraliza y ganan presencia los versos de sátira para hacer reír. El relato, tomado de conversaciones con mayores que recuerdan sus vivencias, culmina esta obra que armoniza rigor analítico e innovación metodológica con un estilo expresivo donde se leen con deleite las historias de su protagonistas.