Los datos son el combustible de la inteligencia artificial. Dicen tanto de nuestro comportamiento e interacciones y de cómo nos relacionamos con el entorno que, con la ayuda de potentes ordenadores y sofisticadas técnicas estadísticas, y en conjunción con la inteligencia artificial, pueden transformar para mejor la vida de millones de personas. Casi todos los problemas importantes del ser humano se pueden abordar usando los datos y la inteligencia artificial. Y, en este mismo momento, los algoritmos de inteligencia artificial están intentando predecir tu próximo movimiento, aprendiendo a conducir y luchando contra el cáncer. Allá donde haya una base de macrodatos, probablemente haya un algoritmo de inteligencia artificial trabajando para aprender lo que pueda de ellos.