Este libro explora las implicaciones conceptuales y normativas de esta divergencia. Se puede considerar como eje central del libro una pregunta ampliamente debatida: ¿Cómo debería un sistema liberal de derecho penal proteger adecuadamente a las personas en su derecho a no ser sometidas a ningún contacto sexual contra su voluntad, al tiempo que salvaguarda su derecho a participar en una conducta sexual (privada y consentida) en la que sí desean hacerlo?. El libro desarrolla un marco para armonizar estos objetivos en el contexto de una amplia gama de delitos sexuales no consentidos, consentidos y aconsentidos (de ahí la naturaleza «unificada» de la teoría), que incluyen la violación y la agresión sexual en diversas formas, el acoso sexual, el voyerismo, las exhibiciones obscenas, el incesto, la agresión sadomasoquista, la prostitución, el bestialismo y la necrofilia.
